La música que brota de una fuente cercana vibra y brilla con la luz de tu mirada. Y yo, perdido en un laberinto de caminos reflejados, resignando, voy de paso. Que camino llevara a su oscuro pelo, corona o diadema dorada.
Ven conmigo, en la cala abandonada en los bosques frondosos y lagos de zafiro brillante.
Compañera, amiga, amante. Alza de las nubes, polvos de blanco y azul. Huele tu pelo a lilas y lavanda entre tus dedos.
Susurra quien de guardar silencio recuerda. Callado, espera.