miércoles, 23 de febrero de 2011

paisaje

Se han alzado las catedrales, y el sol vuelve a deslumbrar en su interior, plagándolo todo de un blanco impoluto, y tu cara se envuelve de la luz pura, es tan bello nuestro cielo a través de un cristal... tan bello el azul tumbado
bajo un árbol con la persona a la que amas...
huele a hierba recién cortada, los campos amanecen con agua de roció en las plantas, y rasgar de guitarra en el alba, también en el ocaso se vislumbra la sombra del que ama, esa sombra anaranjada, atemporal, amada, perdida, extrañada, única y pura...
perdida en pensamientos de distancia, sale a flote en las tardes de silencio... y narra la historia de los siglos, solo, perdido, único y puro... mas en su propia compañía, disfruta solo... mientras recuerda... aire...