sábado, 30 de diciembre de 2017

Instrucciones para una despedida

Cuando sientas que dejas lejos y pasarán días fríos antes de volver, abre los dos brazos y acerca tu pecho  al cuerpo del ser que es despedido. Siente su calor y acerca tu cabeza a la suya, cerca de su cuello, como si quisieras sentir el corazón y que, sin quererlo, puedas sentir el olor de su pelo.

Cuando esa sensación te inunde, cierras los ojos y recuerda las sonrisas que esa persona ha provocado en tu rostro, recuerda su voz y cuanto más intenso sea el recuerdo más debes apretar contra tu pecho el suyo hasta que puedas sentir su corazón con el tuyo acompasado. Es muy importante agitar con fuerza los brazos de arriba a abajo recorriendo toda su espalda, el número de veces que debes agitarlo lo determinan los secretos que has compartido con el ser que es despedido.
Para terminar el abrazo primero debes aflojar la tensión que hacías contra tu pecho, con suavidad y lentamente, como un hilo de agua en el desierto, como un rayo blanco de esperanza en mitad de un reino muerto, debes dejar de hacer presión sabiendo que ya no vas a sentir más al ser despedido por un tiempo. Es normal intercambiar entre 2 a 4 palabras antes de apartar el rostro, deben ser seleccionadas con cuidado, no tienes que ser original, solamente autentico. Para ello combina un deseo con una intensidad: cuídate mucho, nos veremos pronto, te echare de menos, se bueno, te quiero, no te vayas aún, por favor, quédate.

miércoles, 6 de diciembre de 2017

En la busqueda

Llevo tiempo persiguiendo un deseo, una inspiración, que a veces vienen acompañada de un olor y otras no. Llevo los sellos del peregrino, de los diferentes pueblos y lugares, de los kilómetros y el sonido alcanzado.
Como en los viejos tiempo, la hoja templada, el bosque amargo, el otoño que empaña las hojas y unos ojos furtivos que asoman tímidos detrás del castaño.