lunes, 15 de mayo de 2017

Axis mundi

Siempre lo has tenido en tus pensamientos, el centro del universo. La vía que comunica el cielo y la tierra, la puerta que resplande oro y aguamarina, la que emite el calor de una madre, la mano consoladora deslizando cada uno de tus pelos sobre un pedestal de carne arrugada. Bajo un velo te sonríe, relleno de ocre y limón, huele a sal el aire. La puerta sostenida por pedestales de oración y sacrifico, la que dona la bendición a los pobladores. 
Durante siglos, la puerta ha sido buscada, la puerta al cielo, codiciada. "Axis mundi, eteream misticum, dona benditionem". Rezan los ángeles sobre ella. Los Dioses la utilizan, los pastores hablan de seres luminosos que hacen crecer la hierba que pisan y que la fruta madure. Melodías emanan de sus ojos, ofreciendo la bendición de su música a aquellos que los miren con amor. Para que la puerta jamas fuera encontrada todos lo dioses unieron fuerzas: Eolo la elevo sobre los aire, los shinigamis la ensombrecieron, los golems de barro se convirtieron junto a las vestales en guardianes de la puerta. San Pedro y Raa ocultaron la llave. Las vírgenes tejieron junto a Odín las alfombras sagradas para entrar, Jesús y Tekatiploca contruyerón un templo de oración cerca y Dios todopoderoso, hacedor de todas las culturas, madre y padre de la humanidad, la cerro.

viernes, 5 de mayo de 2017

Meta[palabro]

La concatenación de situaciones, el gato siseando en las esquinas. Una lupa escondida perturba la calma de la alacena. Transformación desdichada, pretérita abominación que persigues el descanso eterno de alguien que no hace las preguntas correctas.
Todo se resume en el deseo y el epitafio. El testimonio de cómo eres o querías ser. Se disuelve el sueño del que adoleció y mira extasiado en mutis.
Bocanadas de aire lo hacen levitar a veces, y el olor de las lilas se enredan en su pelo. Sus ojos brillan con el entusiasmo del mar rompiendo en verano, como el hambre de nadar durante toda la mañana. El perro corriendo a saludar, la comida caliente, la tarde de siesta, tras la ventana rayos de sol me calientan, una película en una azotea anónima, brilla la luna sobre tu rostro hoy.
No quiero encontrar el símbolo para describirte, no quiero desentrañar el misterio, vive deshojada la campana en lo alto. Ni sueña ni tiene remordimientos de sus siglos muertos.