Embriagado, pálido frente a la vida, pereza del ser.
El estático clima vuelve, como antaño, calmado.
El lugar al que regresar con el calor que se desprende de sus arboles en verano y todo lo oscuro que puede ser el mar en invierno. Embriagado en primavera por la flor del naranjo. Otoño nostálgico, brisa fría que despierta.
El horizonte de los pescadores, pacíficos, en silencio aguardan.